Existen momentos en la vida de los adultos en los que la hora de descansar en vez de ser un momento de relajación, se convierte en una pesadilla. Desde dificultades para lograr conciliar el sueño, hasta despertar a media noche o antes de que suene la alarma. Todo ello puede venir relacionado con el insomnio, uno de los trastornos del sueño más comunes del mundo, pero ¿sabías qué existen 4 tipos de insomnio?
Sí. En esencia, el concepto de qué es el insomnio nos dice que se trata de problemas para conciliar el sueño por la noche y permanecer dormido. Pero esa problemática a menudo viene de diferentes lugares.
Por eso, en este post queremos que conozcas todo sobre el insomnio y sus tipos.
Tipos de insomnio, ¿cuál de ellos padeces?
Si estás sufriendo de insomnio, es necesario que sepas cuál de los 4 tipos que existen estás padeciendo, ya que ello te ayudará a tomar conciencia sobre los posibles gatillos que desencadenan tus problemas para dormir.
1. Insomnio transitorio
El insomnio transitorio se refiere a un trastorno del sueño temporal. Esto significa que los síntomas de insomnio, como la dificultad para conciliar el sueño, despertarse con frecuencia durante la noche y/o tener una sensación de no haber descansado suficientemente, se presentan durante un periodo específico de tiempo.
Los síntomas pueden durar desde una noche hasta varias semanas, dependiendo de la causa subyacente.
¿Qué causa el insomnio transitorio?
El insomnio transitorio puede ser causado por estrés, ansiedad, cambios en el horario de sueño, medicamentos o condiciones médicas.
Así mismo, la depresión, el estrés emocional, el consumo excesivo de cafeína y los cambios de ambiente también pueden provocar insomnio transitorio. Otros factores como los cambios hormonales, el dolor crónico, los trastornos del movimiento, el abuso de sustancias y los cambios en la medicación también pueden contribuir a problemas de sueño.
¿Cómo tratar el insomnio transitorio?
El tratamiento del insomnio transitorio es similar al tratamiento de otras formas de insomnio, e incluye enfocarse en la higiene del sueño, realizar técnicas de relajación, cambiar los estilos de vida y, en algunos casos, tomar medicamentos.
Es importante recordar que el objetivo es abordar las causas subyacentes del insomnio y no solo los síntomas. Si los síntomas persisten, se recomienda consultar a un profesional de la salud para obtener ayuda.
2. Insomnio crónico
El insomnio crónico es un trastorno que se caracteriza por presentar dificultades para conciliar y/o mantener el sueño de forma continua durante al menos tres noches a la semana durante un periodo de al menos tres meses. Esto puede hacer que sufras de somnolencia diurna excesiva, fatiga y problemas de concentración.
Los síntomas del insomnio crónico incluyen dificultad para conciliar el sueño, despertarse varias veces durante la noche, despertarse temprano y no poder volver a dormirse, sentirse cansado y somnoliento durante el día, disminución de la memoria y de la concentración, irritabilidad y depresión.
¿Qué causa el insomnio crónico?
Las principales causas del insomnio crónico son la ansiedad, el estrés, la depresión, los problemas de salud mental, el abuso de sustancias o los cambios en la rutina diaria.
También pueden contribuir factores biológicos como el ritmo circadiano, el funcionamiento de los neurotransmisores en el cerebro y la presencia de enfermedades crónicas. Estas condiciones pueden provocar dificultades para dormir o mantener el sueño durante toda la noche, lo que causa el insomnio crónico.
¿Cómo tratar el insomnio crónico?
Para tratar el insomnio crónico, es importante determinar la causa subyacente, como el estrés, el abuso de sustancias, la ansiedad y los desequilibrios hormonales. Una vez que se haya determinado la causa del insomnio crónico, hay varias opciones de tratamiento que pueden ayudar a aliviar los síntomas.
Se recomienda hacer cambios en el estilo de vida, como aumentar la cantidad de ejercicio físico, evitar la cafeína y los estimulantes en la tarde, hacer cambios en los hábitos de sueño, como acostarse y levantarse al mismo tiempo todos los días, y tratar el estrés con técnicas de relajación, como el yoga o la meditación.
Si te sientes abrumado por el insomnio crónico, es importante hablar con un profesional de la salud para obtener el tratamiento adecuado.
3. ¿Qué es el insomnio secundario?
El insomnio secundario es un trastorno del sueño que se produce como resultado de una enfermedad o condición médica subyacente. Pueden incluir trastornos psiquiátricos, trastornos del ritmo circadiano, problemas respiratorios, trastornos de la vejiga, problemas digestivos, enfermedades crónicas, medicamentos, abuso de sustancias y algunas lesiones.
Estos desórdenes del sueño pueden causar fatiga diurna, problemas para conciliar el sueño, despertarse repetidamente durante la noche y no poder dormir profundamente.
¿Cómo tratar el insomnio secundario?
El tratamiento de insomnio secundario depende de la causa subyacente y puede incluir cambios en los medicamentos o en los hábitos del sueño, terapia cognitiva conductual o medicamentos para el sueño.
4. Insomnio psicofisiológico
Este es uno de los tipos de insomnio más comunes. Se caracteriza por la incapacidad para conciliar el sueño y/o para mantenerlo de forma adecuada y está provocado por una combinación de factores psicológicos y fisiológicos.
Los factores psicológicos incluyen el estrés, la ansiedad, la depresión, los conflictos emocionales, el abuso de drogas, los cambios en el horario, los trastornos del humor y las alteraciones del sueño. Por otro lado, los factores fisiológicos se relacionan con los cambios hormonales, los trastornos respiratorios y los trastornos del sueño.
Esta condición se caracteriza por una disminución en la calidad de vida debido a la cantidad de tiempo dedicado al descanso. Los síntomas más comunes son el insomnio persistente, la somnolencia diurna excesiva, el cansancio, la irritabilidad, los problemas de memoria y la disminución del rendimiento.
¿Cómo tratar el insomnio psicofisiológico?
El tratamiento para el insomnio psicofisiológico debe abordar los factores psicológicos y fisiológicos que contribuyen a este trastorno. La terapia cognitivo-conductual puede ayudar a las personas a desarrollar habilidades para manejar el estrés, reducir los pensamientos negativos, mejorar los hábitos de sueño y establecer una mejor calidad de sueño.
Las técnicas de relajación también pueden ayudar a reducir la ansiedad y el estrés que contribuyen al insomnio. Además, los medicamentos hipnóticos recetados pueden ayudar a las personas a conciliar el sueño y permanecer dormidas durante la noche.
Por último, es importante que las personas con insomnio psicofisiológico tengan un estilo de vida saludable, que incluya un horario regular de sueño, actividad física y dieta saludable para ayudar a controlar los síntomas.
¿Quieres saber si estás sufriendo de insomnio? Mira cuáles son los 8 indicadores de que podrías estar sufriendo de insomnio.