¿Alguna vez has tenido problemas para conciliar el sueño? ¿Qué tal si te dijéramos que hay una manera de averiguar cuáles son los motivos de tu problema para dormir? Aquí aprenderás acerca de la polisomnografía, una herramienta importante para el diagnóstico de los trastornos del sueño. Esta técnica de medición se ha estado utilizando desde hace décadas para la detección temprana de trastornos como el insomnio, el síndrome de apnea obstructiva del sueño y la narcolepsia.
Con el pasar de los años y la mejoría de la tecnología, la polisomnografía se ha vuelto el estudio número 1 para el sueño. Por eso, veamos de qué trata, cómo se realiza y dónde.
¿Qué es la polisomnografía?
La polisomnografía es una prueba nocturna realizada en un laboratorio para ayudar a diagnosticar trastornos del sueño. Esta prueba mide el tiempo y la calidad del sueño durante una noche, así como los patrones respiratorios y otros factores relacionados con el sueño.
Durante la prueba, se colocan varios sensores para medir la actividad cerebral, movimientos oculares, presión arterial, respuesta muscular y otros cambios fisiológicos durante el sueño. Estos datos ayudan al médico a evaluar los patrones de sueño y a diagnosticar con precisión los trastornos.
¿Cómo se lleva a cabo el estudio de polisomnografía?
La preparación del paciente generalmente incluye una evaluación médica previa para determinar si el estudio es necesario. El paciente también se somete a una orientación para asegurarse de que entienda los procedimientos y los beneficios de realizar el estudio.
El equipo utilizado para realizar un estudio de polisomnografía generalmente incluye sensores para medir el ritmo cardíaco, el movimiento respiratorio, el movimiento corporal y la oxigenación de la sangre.
También se usan cámaras para registrar los movimientos faciales y corporales, así como micrófonos para registrar ruidos. Los resultados se analizan para determinar si hay un trastorno del sueño presente y para programar un tratamiento adecuado.
Antes de iniciar el estudio, se le pide al paciente que se prepare para el examen. Esto incluye despojarse de objetos electrónicos, como teléfonos móviles, y quitarse la mayoría de los artículos de vestimenta. Luego se pegan los sensores en el cuerpo del paciente, generalmente en los brazos, piernas, pecho y cabeza.
Estos sensores se conectan a un electroencefalograma, un oxímetro de pulso, una cinta para la respiración y otros dispositivos para monitorear el sueño, que a su vez se conectan a un ordenador para grabar todos los datos.
Es importante resaltar que los pacientes deben dejar de tomar cualquier medicamento o sustancia que pueda interferir con el sueño antes del estudio.
Parámetros que mide la polisomnografía
Las mediciones de frecuencia cardíaca y respiratoria permiten a los médicos evaluar la profundidad del sueño, determinar si hay ciclos de vigilia o sueño y si existe alguna anormalidad en la respiración o la frecuencia cardíaca.
Así mismo, la actividad muscular es otra medición importante que se realiza durante la polisomnografía, ya que ayuda a los médicos a determinar si hay movimientos inapropiados durante el sueño, como el ronquido.
La cantidad y calidad del sueño también se miden para evaluar si hay alteraciones en el ciclo de sueño.
¿Qué dispositivos incluye una polisomnografía?
Una polisomnografía incluirá lo siguiente:
– Electroencefalograma (EEG) – mide la actividad eléctrica en el cerebro y ayuda a identificar convulsiones y otros problemas neurológicos.
– Electrooculograma (EOG): mide los movimientos oculares y ayuda a diagnosticar problemas de equilibrio o tono muscular.
– Electromiograma (EMG): registra la actividad muscular para ayudar a identificar enfermedades nerviosas o musculares.
– Electrocardiograma (ECG): registra la actividad cardíaca para ayudar a diagnosticar problemas cardíacos, como arritmias o un ataque cardíaco.
Alternativas a la polisomnografía
A pesar de que la polisomnografía es el estudio número 1 del sueño, existen algunas formas en las que puedes monitorear la calidad de tu sueño utilizando gadgets como el anillo Oura.
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Conclusión
Los resultados y análisis de estudios de polisomnografía realizados en los últimos años muestran que los patrones de sueño de las personas están cambiando. Esto se debe a un aumento en la cantidad de estímulos a los que se ven expuestos los individuos a través de sus dispositivos electrónicos y el estrés relacionado con la vida cotidiana.
Estos cambios en los patrones de sueño podrían provocar alteraciones en la salud física y mental, por lo tanto, es importante que los individuos estén conscientes de ello y reciban tratamiento oportuno para prevenir los efectos perjudiciales.