Lamentablemente, vivimos en un mundo donde el estrés es nuestro pan de cada día. La sobrecarga laboral, además del poco equilibrio entre la vida personal y el mundo profesional, ha incrementado el número de personas que sufren de burnout en todo el mundo. Aunado a ello, los diagnósticos de trastornos del sueño también se han visto incrementados. Lo que nos lleva a preguntarnos: ¿cómo el burnout afecta al sueño? veamos. 🥸
Relación entre el burnout y el sueño
La salud mental y el sueño van de la mano en todo momento. Por ese motivo, no es una situación extraña que el agotamiento se interponga entre las noches de sueño de calidad que necesitamos todos cada día.
De hecho, uno de los síntomas del burnout o agotamiento físico y mental, según la Fundación del Sueño de Estados Unidos, son los problemas para dormir, siendo menos de 6 horas de sueño un indicador clave.
A pesar de que se podría pensar que luego de un día estresante el cerebro activa fácilmente su mecanismo para descansar, la realidad es todo lo contrario. En efecto, un estudio del 2018 expuso como resultado que las personas que sufren de burnout suelen tener insomnio, sueño fragmentado y una baja calidad de sueño.
¿Por qué el burnout afecta el sueño?
Para responder esto, primero debes saber qué es el burnout. En pocas palabras, el burnout es un estado de agotamiento físico y mental que cualquier persona puede presentar debido a estrés laboral que no ha sido gestionado de una buena manera.
Algunos de los síntomas del burnout son: sensaciones de agotamiento de energía, rechazo mental hacia el trabajo, reducción de la eficiencia laboral y sentimientos de negatividad hacia el entorno laboral.
Estos síntomas la mayor parte del tiempo vienen de la mano con condiciones psicológicas como la ansiedad y la depresión, y como ya sabes, la depresión afecta al sueño de distintas maneras.
Esto es debido a que el estrés, la depresión y la ansiedad, impiden que tu cerebro pueda relajarse, haciendo que permanezca en un estado de “lucha o huída” constante. A su vez, esta situación hace que tu ritmo cardíaco se acelere, la temperatura corporal aumente y el cortisol se mantenga siempre en niveles elevados.
Indicadores de que el agotamiento podría estar afectando tu sueño
Sí por varios días eres incapaz de quedarte dormido a pesar de estar terriblemente agotado y cuando te duermes sueles despertar a mitad de la noche más de una vez, entonces podría ser un signo claro de que estás sufriendo de burnout y eso está afectando tus patrones de sueño normales.
Sin embargo, esto no es una situación que va en una sola dirección. Es decir, si estás estresado te cuesta dormir y si te cuesta dormir te sientes estresado. Es un círculo vicioso difícil de romper, pero con un tratamiento adecuado para disminuir tus niveles de estrés, es seguro que puedes superarlo y volver a sentirte bien. 😀
Debes tener en cuenta que si bien es cierto que el burnout afecta el sueño, también es cierto que la falta de sueño por sí sola puede generar sentimientos de desesperanza, cansancio y desmotivación. Por ese motivo, no tener un sueño de calidad puede exacerbar esos sentimientos y ser un punto clave por el que puedas llegar a sentir burnout en algún momento.
Consejos para lograr dormir teniendo burnout
1. Implementa hábitos de higiene del sueño
La higiene del sueño se trata de una serie de hábitos y comportamientos saludables que promueven el descanso a la hora de irse a la cama para dormir. Algunos de estos hábitos incluyen:
- Tener un horario de sueño, es decir, irse a dormir y despertar todos los días a la misma hora.
- Apagar las pantallas de los dispositivos por lo menos 1 hora antes de irse a la cama.
- Ingerir alimentos que ayudan a dormir.
- Practicar la meditación.
- Realizar actividades relajantes como ejercicios de respiración para dormir.
- Darse un baño con agua tibia para relajarse.
2. Escribir en un diario antes de dormir
Tener un diario donde escribir todas tus preocupaciones y tareas antes de dormir puede ser una actividad relajante, debido a que sacas esos pensamientos de tu cabeza y los llevas a un papel donde puedes verlos con otras perspectivas y pensar con más claridad.
Esto es una actividad que personalmente llevo a cabo todas las noches por lo menos 1 hora antes de dormir. Escribo desde los aprendizajes que tuve en el día, hasta las cosas que me faltaron por hacer.
3. Reserva un tiempo para relajarte
Nosotros pensamos que deberías tener por lo menos dos momentos al día para relajarte. El primero durante tu jornada laboral cuando lo creas más conveniente, y el segundo antes de acostarte a dormir para hacer alguna actividad que relaje tu mente.
El burnout sin duda alguna tiene una relación directa con la falta de sueño. Si sientes que estás sufriendo de agotamiento extremo y ya no eres capaz de sobrellevar la situación, lo más recomendable es que busques ayuda profesional.